martes, 25 de octubre de 2011

Camilo Torres Restrepo, el cura guerrillero, un hombre al que la historia nos ha obligado a olvidar. Hoy nos negamos a asumir esta desmemoria porque su legado de amor no puede ser arrastrado por el viento, el viento de la separación, de la disgregación y la conformidad. Recordamos a Camilo como un ser de gran carisma que llevo sus ideales a la máxima consecuencia con sus actos, abandono el sacerdocio para luchar hombro a hombro en las montañas con los y las explotadas colombianas. Con convicción profunda que tenia por la revolución, crear un mundo verdaderamente igualitario para todas y todos, donde tengamos las mismas oportunidades económicas, sociales y culturales, este ideal le hizo colgar sus hábitos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Tania La Guerrillera Heroica


Haydee Tamara bunke bider, mas conocida por el nombre de Tania, nació en buenos aires un 19 de noviembre de 1937. Hija de padre alemán y madre polaca, ambos comunistas y ambos judíos, y ambos también compartían la profesión de maestros.
A los 12 años cuando sus padres decidieron volver a su país, el cual habían abandonado huyendo de la persecución nazi, conoció, a traves de los relatos de dolor y muerte que el fascismo había dejado en ese país, una de las mas sangrientas tiranías, desde ese momento comenzó a formar ideas que la llevarían a tomar el camino de la lucha.
Tamara no olvida ni Argentina ni Latinoamérica. Con su acordeón, canta milongas y tangos y mantiene un contacto muy frecuente con latinoamericanos. La revolución cubana la llena de alegría.
En 1960, conoce al che en Alemania, cuando este viajo al frente de una delegación comercial. El encuentro se produjo debido a que ella y su mama eran las traductoras. Muchas igualdades entre ellos los unieron enseguida, el mismo país de nacimiento, sus ideas, etc. Esta misma simpatía, le permite a Tania, instalarse en cuba y así ayudar con la defensa de la primera revolución socialista.
En 1963, comienza a entrenarse para el trabajo de inteligencia, capacitándose para arriesgadas misiones, obtención de información y vida clandestina. Toda su vida debe cambiar y así nace Tania, quien luego seria junto al che, la heroica guerrillera de las selvas de Bolivia.
A fines de marzo de 1964 el che le informa los detalles del plan de su misión en Bolivia. Tania debe preparar la red urbana de un movimiento guerrillero de alcance continental. A partir de ese momento trabajaría sola, en clandestinidad, y contando solo con sus ideas.
En noviembre de 1964, tras un largo entrenamiento, llega a Bolivia. En La Paz se vincula con reconocidas personas, las cuales le facilitaron la obtención de documentos y distintos tipos de información de gran importancia para la causa.
Con la llegada del che a Bolivia, luego de contactos y arreglos de detalles, se inician las operaciones.
Tras una larga lucha en la cual se desempeño con gran valor y una enorme fidelidad a la causa, un 31 de agosto, traicionados por un campesino de la región, quien los guió por un camino, por el cual había acordado con los militares, para entregarlos, ella y sus compañeros cruzaban un río en el cual se encontraban a ambas márgenes del mismo los soldados del ejercito listos a disparar. Tras la orden de fuego impartida por el capitán Mario vargas, comenzó la masacre de los guerrilleros. Cuando Tania intentaba agarrar su fusil recibió una bala que le atravesó el pulmón, la corriente la arrastro hasta un remanso, donde ya sin vida y siete días después, fue encontrada por los soldados.
Sus restos, identificados y trasladados a Cuba en 1998, reposan en un mausoleo en Santa Clara, junto a los del Che y demás guerrilleros inolvidables.


Quiero brindar este pequeño homenaje a esta gran mujer por la cual siento gran admiración, una mujer que fue y es ejemplo de lucha, de amor por los demás, de entrega total a la causa de liberación latinoamericana.
Dejo en estas oraciones, lo mas profundo de mi sentimiento hacia esas personas que como Tania dieron su vida por un mundo mejor, por acabar con la injusticia. Personas que dejaron de lado los lujos materiales, la vida común, para comenzar a construir un mundo mejor par todos.
Gracias Tania, por tu ejemplo, gracias por haber demostrado, que las nacionalidades no existen, cuando hay un factor mucho mas importante, ese factor es la sangre que nos une y nos iguala..

Paulo Freire


Paulo Freire nació un 19 de Septiembre de 1921, en Recife Brasil.

Su padre Joaquín Freire, era oficial de la policía militar de Pernambuco. Su madre Edeltrudis Neves Freire, también era oriunda de Pernambuco.

Freire vivió en un ambiente hogareño bastante cálido donde, según él mismo, aprendió la forma de trabajar, que más tarde podrá desarrollar con su propia familia. También reconoce haber aprendido en su familia de origen, el respeto y la importancia de la opinión de los demás. Esta conducta se ve reforzada por la actitud de su padre quien respetaba la creencia religiosa de su madre a pesar de no compartirla. Más tarde, Freire realiza su propia opción religiosa inclinándose por el catolicismo, decisión que también es respetada por su padre.

En 1931, por dificultades económicas, la familia Freire se ve obligada a trasladarse a Jaboato, lugar donde fallece su padre. Con esto la vida de Freire se complica bastante, conoció el hambre y el sufrimiento, situaciones que lo llevaron a madurar a temprana edad.

Por su experiencia personal, comenzó a descubrir la singularidad de la sociedad moderna y esto lo llevó a buscar el método adecuado para buscar la transformación de los males de esta sociedad que oprimía al hombre y no lo dejaba ser cada vez más hombre, más digno.

A pesar de haber tenido algunos problemas en la secundaria Freire pudo realizar estudios de derecho, filosofía e iniciarse en la psicología del lenguaje. Además se desempeñó como profesor de portugués en la escuela secundaria. Este trabajo le permitió ayudar económicamente a sus hermanos mayores y a la vez, lo introdujo en la problemática educacional, vocación que comienza a descubrir.

En relación a su vida de fe se conoce la existencia de algunas crisis provocadas en su mayoría por la situación de incoherencia que vivía la Iglesia de aquel entonces cuando predicaba una cosa y abiertamente hacía lo contrario. Su vida de fe se consolida gracias a la lectura de autores tan importantes como Maritain y otros.

En 1944 contrae matrimonio con Elsa María, una obrera de Recife, con quien tiene cinco hijos. En su hogar intenta desarrollar el mismo ambiente de diálogo que vivió en la casa paterna durante su infancia. Su esposa quien era profesora llegó a ejercer el cargo de directora de un colegio, lo que influyó positivamente en que Freire se interesara por la educación.

En 1946 y 1954 realizó las primeras experiencias que llevaron a iniciar su método de analfabetización. En 1961, participa en el movimiento de cultura popular de Recife donde es considerado uno de sus fundadores.

Desarrolla un método de alfabetización que no se conforma con enseñar a leer y a escribir, sino que busca producir un cambio efectivo y real en el hombre y en su autocomprensión personal y en la del mundo que lo rodea. Se plantea como un método participativo que se auto gesta en la medida en que el hombre se compromete con él.

El golpe militar de estado que se produce en Brasil en 1964, además de detener el proceso de educación de adultos y de la cultura popular en general, lleva a la cárcel a Paulo Freire por cerca de 70 días, luego de ser interrogado es trasladado al I.P.N. de Rio. Freire logra refugiarse en la embajada de Bolivia en Septiembre de 1964. Las acusaciones por las que se le quiere juzgar se basan fundamentalmente en las siguientes: "subversivo internacional". "traidor de Cristo y del pueblo brasileño; etc".

Estos datos han sido recogidos a partir de una autobiografía . En ella Freire recuerda su detención con las siguientes palabras:

"Lo que parecía muy claro en toda esta experiencia, de lo que salí sin odio ni desesperación, era que una ola amenazante de irracionalidad nos había invadido forma o distinción patológica de la conciencia ingenua, peligrosa en extremo a causa de la falta de amor que la alimenta, a causa de la mística que la anima".

El sentido de exponer brevemente una biografía de Freire es el de hacer notar que no se trata de ningún hombre extraordinario, sino más bien de un hombre que realmente a tomado en serio su historia, la historia de su pueblo, su vida y la vida de su pueblo, especialmente la del pueblo pobre y marginado por la sociedad, como algo dinámico y no terminado. Su construcción se plantea como tarea del propio hombre.

CONTEXTO HISTORICO

Para poder comprender lo que significa Freire y lo que propone como educación, es fundamental conocer el contexto que ha vivido, ya que es a partir de él que surgen sus propuestas.

Freire es un autor que plasma sus influencias intelectuales, llenándolas de un contenido nuevo, donde se va esbozando su particular manera de ir dialogando con la realidad.

La obra de Freire contiene las ideas nuevas y revolucionarias que surgen en América Latina en los años ‘60. Por una parte, da cuenta de su formación católica imbuido del lenguaje liberacionista proveniente de las corrientes progresistas del catolicismo, que hacen surgir la teología de la liberación. Su filiación existencial cristiana es explícita y, además, utiliza elementos de la dialéctica marxista que le entregan una pauta de visión y comprensión de la historia.

En el período en que escribe, contempla los traumas y dificultades por los que atraviesa la gran mayoría de los hombres campesinos del norte de Brasil (nordeste), producto de una educación alienante que lleva al pueblo a vivir su condición de miseria y explotación con una gran pasividad y silencio. La cultura del pueblo nordestino ha sido considerada como una visión sin valor, que debe ser olvidada y cambiada por una cultura, la de las clases dominantes, valorada como buena, y que es transmitida por todos los medios disponibles. El pueblo pobre es tratado como ignorante y es convencido de ello, lo que produce y explica la pasividad con que se soporta la situación de esclavitud en que se vive.

Ante esta realidad, Freire plantea que el hombre debe ser partícipe de la transformación del mundo por medio de una nueva educación que le ayude a ser crítico de su realidad y lo lleve a valorar su vivencia como algo lleno de valor real.

Brasil es un país que a lo largo de toda su historia ha estado sometido bajo influencias de otras culturas. El hombre no había desarrollado una capacidad de crítica que le permitiera liberarse de su sometimiento cultural.

En Brasil, la colonización tuvo características marcadamente depredadoras, lo que produjo una fuerte explotación convirtiéndola en una gran "empresa comercial", donde el poder de los señores dueños de las tierras sometía a la gran masa campesina y nativa del lugar, otorgándoles trato de esclavos. La educación de los colonizadores pretendía mostrar a los aborígenes la indignidad de su cultura y la necesidad de aplicar un sistema educativo cultural ajeno, que mantuviera esta situación de explotación e indignidad humana.

El hombre brasileño fue creciendo en un ambiente de autoritarismo y proteccionismo, con soluciones paternalistas que surgen del mutismo brasileño, conciencia mágica, donde en la sociedad no existe el diálogo ni la capacidad crítica para relacionarse con la realidad.

Las relaciones sociales están divididas por las diferencias económicas, creándose una relación de amo y señor. El mutismo brasileño está marcado por la falta de vivencia comunitaria y por la falta de participación social. Ya que no había conciencia de pueblo ni de sociedad, la autoridad externa era el señor de las tierras, él era el representante del poder político y todo lo administraba. Esta forma de dominación impedía el desarrollo de las ciudades: el pueblo era marginado de sus derechos cívicos y alejado de toda experiencia de autogobierno y de diálogo.

Este es el pasado de Brasil que va a motivar al autor a crear una educación que pueda ayudar al hombre a salir de su experiencia anti-democrática, experiencia anti- humana que no permite al hombre descubrirse como re-creador de su mundo, como un ser importante y con poder de mejorar las cosas.

Freire busca hacer efectiva una aspiración nacional que se encuentra presente en todos los discursos políticos del Brasil desde 1920: la alfabetización del pueblo brasileño y la ampliación democrática de la participación popular. El régimen oligárquico, imperante en Brasil hasta 1930, tomó el tema del analfabetismo y lo convirtió en tema de sus discursos, transformando la analfabetización en un verbalismo vacío, carente de acción concreta. El régimen que viene luego del régimen oligárquico continúa en la misma línea demagógica que no busca, en la práctica, un cambio real y efectivo, la liberación del hombre, sino más bien la elaboración de un discurso atrayente y de moda en su época.

Desde una perspectiva histórica, nos encontramos frente al momento en que comienza la decadencia de la sociedad capitalista brasileña, dedicada fundamentalmente a la producción agraria exportable. La gran crisis económica mundial de 1929 y la redefinición del mercado internacional, aceleraron el proceso de transformación de las estructuras, lo que en el fondo significa: mayor urbanización e industralización, con el consiguiente aumento de las migraciones populares hacia las grandes ciudades; desde la economía agraria, en el plano hacen su aparición las clases populares urbanas, se redefinen las alianzas de las clases sociales a nivel de estado, lo que produce una gran crisis a nivel de las élites. A pesar de que, desde 1930, se ha producido la desestructurización del régimen oligárquico, esto no significa que ha perdido el poder político y económico, ya que el poder local y regional de los grandes latifundios sigue siendo una base de decisión fundamental para la mantención y la estabilidad del poder nacional.

Hace su aparición en el escenario nacional la clase popular urbana, sin embargo, las clases rurales, que son mayoría ya que "abarcan la mitad de la población brasileña", continúan siendo marginadas del proceso social, político y económico, etc..., es decir, no participan de ninguna de las decisiones importantes para el país.

El trabajo de Pablo Freire está críticamente ligado a este incipiente proceso de ascensión popular. Su praxis político-educativa, se desarrolla en Brasil, en medio de un esquema clásico de dependencia y subdesarrollo.

Freire es quien crea el movimiento de educación popular en Brasil: con él busca sacar al hombre analfabeto de su situación de inconsciencia, de pasividad y falta de criticidad. Su esfuerzo por buscar contribuir a la liberación de su pueblo se inscribe en una época en que son muchos los que están buscando algo similar.

En este período podemos identificar numerosos procedimientos de naturaleza política, religiosa, social y cultural, para movilizar y concientizar al pueblo, desde la participación popular creciente, por medio de votos, hasta el movimiento de cultura popular organizado por los estudiantes. Se desarrolla también todo un movimiento del sindicalismo rural y urbano. Aparecen instituciones como la SUPRA, que agrupaba a clases campesinas para la defensa de sus intereses, provocando grandes repercusiones políticas.

El movimiento de educación de Freire comienza en 1962, en el nordeste de Brasil, una de las regiones más pobres. De veinticinco millones de habitantes, quince eran analfabetos. Durante cuarenta y cinco días él trabaja con trescientos trabajadores aplicándoles su método de alfabetización; los resultados impresionan, por el éxito alcanzado, profundamente a la opinión pública. Su método es aplicado en todo el territorio nacional.

La reacción de las élites no se deja esperar. Los grupos dominantes, unidos a una Iglesia católica conservadora, no pueden comprender cómo un educador católico puede hacerse un portavoz de los oprimidos, poniendo en peligro, los privilegios de los que han gozado desde siempre. Desde aquí surgen las acusaciones que se hacen a Freire de agitador político, comunista y agitador de las masas al hacerlas tomar conciencia de su realidad, lo que pone en peligro la estabilidad y la seguridad de la sociedad fundada sobre los principios excluyentes de una sociedad opresora.

Este proceso de liberación popular, a través de una educación para la libertad, fue detenido a causa del golpe de estado hecho por los militares, situación que impide la realización del primer plan nacional de educación popular.

No sólo a causa de sus ideas, sino sobre todo porque quiso ayudar al hombre a liberarse, Pablo Freire es exiliado, continuando su búsqueda en torno a la educación popular en otros países de América Latina. Con esto nos queda bastante claro que el pensamiento de Pablo Freire brota desde la misma realidad que le toca vivir en el nordeste brasileño, que él intenta comprenderla y liberar al hombre de ella, devolviéndole la capacidad de reconocer su fuerza transformadora: fuerza que brota desde los mismos oprimidos, único camino de liberación real posible.

UNA EDUCACION QUE BROTA DE LA PRACTICA.

Pablo Freire es un pensador comprometido con la vida, no piensa en ideas abstractas, sino que piensa partiendo de la existencia concreta. Su proyecto educativo, que parte de la praxis, apunta a crear humanización, a liberar al hombre de todo aquello que no lo deja ser verdaderamente persona.

Es consciente de que la sociedad que le toca vivir posee una dinámica estructural que conduce a la dominación de las conciencias, lo que se traduce en una pedagogía que responde a los intereses de las clases dominantes. Los métodos que esta pedagogía utiliza no pueden servir a la liberación de los oprimidos, sino que más bien pretenden impartir entre éstos, la ley del temor.

Frente a esta situación reacciona afirmando la necesidad de la humanización del oprimido que debe partir desde él mismo: es decir es el propio oprimido quien debe buscar los caminos de su liberación, ya que ésta no puede venir de aquellos que lo mantienen en esta situación .

"Si admitiéramos que la deshumanización es vocación histórica de los hombres, nada nos quedaría por hacer..., la lucha por la liberación por el trabajo libre, por la desalienación, por la afirmación de los hombres como personas, no tendría significación alguna. Ésta solamente es posible porque la deshumanización, aunque siendo un hecho concreto en la historia, no es, sin embargo, un destino dado, sino resultado de un orden injusto que genera la violencia de los opresores y consecuentemente el ser menos" .

Freire es muy claro en plantear que la situación de deshumanización que vive el hombre actual no es la verdadera vocación a la que está llamado. Su vocación es la de la humanización y ésta debe ser conquistada a través de una praxis que lo libere de su condición actual. "Ahí radica la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a sí mismos y liberar a los opresores. ... sólo el poder que renace de la debilidad de los oprimidos será lo suficientemente fuerte para liberar a ambos".

La liberación necesaria que logre humanizar al hombre, no caerá desde el cielo, sino que, necesariamente, será fruto del esfuerzo humano por lograrla. En esta perspectiva es en la que Freire plantea su proyecto educativo basado en la praxis concreta y transformadora de la realidad.

La pedagogía del oprimido es aquella que debe ser elaborada por el propio oprimido, ya que la práctica de la libertad sólo puede encontrar adecuada expresión en una pedagogía en que el oprimido tenga la condición de descubrirse y conquistarse, en forma reflexiva, como sujeto de su propio destino histórico .

"La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación"



METODO

El método de Freire es fundamentalmente un método de cultura popular, que, a su vez, se traduce en una política popular: no hay cultura del pueblo sin política del pueblo. Por este motivo, su labor apunta principalmente a concientizar y a politizar. Freire no confunde los planos político y pedagógico: ni se absorben, ni se contraponen. Lo que hace es distinguir su unidad bajo el argumento de que el hombre se historiza y busca reencontrarse; es el movimiento en el que busca ser libre. Ésta es la educación que busca ser práctica de la libertad.

El método de Freire está enraizado sobre su concepción del hombre. El hombre es como un ser en el mundo y con el mundo. Lo propio del hombre, su posición fundamental, es la de un ser en situación; es decir, un ser engarzado en el espacio y en un tiempo que su conciencia intencionada capta y trasciende. Sólo el hombre es capaz de aprehender el mundo, "de objetivar el mundo, de tener en éste un "no yo" constituyente de su yo que, a su vez, lo constituye como un mundo de su conciencia" .

"La conciencia es conciencia del mundo: el mundo y la conciencia, juntos, como conciencia del mundo, se constituyen dialécticamente en un mismo movimiento, en una misma historia. En otras palabras: objetivar el mundo es historizarlo, humanizarlo. Entonces, el mundo de la conciencia no es creación, sino elaboración humana. Ese mundo no se constituye en la contemplación sino en el trabajo"

El método de concientización de Freire busca rehacer críticamente el proceso dialéctico de la historización. No busca hacer que el hombre conozca su posibilidad de ser libre, sino que aprenda a hacer efectiva su libertad, y haciéndola efectiva, la ejerza. Esta pedagogía acepta la sugestión de la antropología que va por la línea de la integración entre el pensar y el vivir, "se impone la educación como práctica de la libertad".

Pero el hombre no sólo está en el mundo, sino que también está con el mundo. Estar con él, es estar abierto al mundo, captarlo y comprenderlo; es actuar de acuerdo con sus finalidades para transformarlo. El hombre responde a los desafíos que el mundo le va presentando, y con ello lo va cambiando, dotándolo de su propio espíritu. En este sentido no se trata de cualquier hacer, sino de uno que va unido a la reflexión.

Si el hombre es praxis, no puede, por lo tanto, reducirse a mero espectador, o a un objeto. Esto sería ir contra su vocación ontológica: "un ser que opera y operando transforma el mundo en el que vive y con el que vive" .

El hombre y el mundo están en constante interacción: no pueden ser entendidos fuera de esta relación, ya que el uno implica al otro. "Como un ser inconcluso y consciente de su inconclusión, el hombre es un ser de la búsqueda permanente. No podría existir el hombre sin la búsqueda, como tampoco existiría la búsqueda sin el hombre" . Solamente manteniendo esta interacción se puede apreciar la verdad del mundo y del hombre, y a la vez comprender que la búsqueda real sólo se lleva a cabo en comunión, en diálogo y en libertad .

La metodología utilizada por Freire sigue la misma línea dialéctica: teoría y método. La metodología surge de la práctica social para volver, después de la reflexión, sobre la misma práctica y transformarla. De esta manera, la metodología está determinada por el contexto de lucha en que se ubica la práctica educativa: el marco de referencia está definido por lo histórico y no puede ser rígido ni universal, sino que tiene que ser construido por los hombres, en su calidad de sujetos cognoscentes, capaces de transformar su realidad.

La manera en que Freire concibe la metodología quedan expresadas las principales variables que sirven de coordenadas al proceso educativo como acto político y como acto de conocimiento; éstas son: la capacidad creativa y transformadora del hombre; la capacidad de asombro, que cualquier persona tiene, sin importar la posición que ocupe en la estructura social; la naturaleza social del acto de conocimiento y la dimensión histórica de éste.

Otras características del método de Freire son su movilidad y capacidad de inclusión. Por ser una pedagogía basada en la práctica, ésta está sometida constantemente al cambio, a la evolución dinámica y reformulación. Si el hombre es un ser inacabado, y este ser inacabado es el centro y motor de esta pedagogía, es obvio que el método tendrá que seguir su ritmo de dinamicidad y desarrollo como una constante reformulación.



Transformación de la relación pedagógica:

Según Freire, la educación debe comenzar por superar la contradicción educador- educando. Debe basarse en una concepción abarcadora de los dos polos en una línea integradora, de manera que ambos se hagan a la vez "educadores y educandos". Es imprescindible que el educador humanista tenga una profunda fe en el hombre, en su poder creador y transformador de la realidad. El educador debe hacerse un compañero de los educandos.

Es necesario comprender que la vida humana sólo tiene sentido en la comunión, "que el pensamiento del educador sólo gana autenticidad en la autenticidad del pensar de los educandos, mediatizados ambos por la realidad y, por ende, en la intercomunicación" .

El pensamiento sólo encuentra su fuente generadora en la acción sobre el mundo, mundo que mediatiza las conciencias en comunión. De este modo, se hace imposible pensar la superación de los hombres sobre los hombres.

De esta manera, la educación "... ya no puede ser el acto de depositar, de narrar, de transferir conocimientos y valores a los educandos, menos pacientes, como lo hace la educación "bancaria", sino ser un acto cognoscente. Como situación gnoseológica, en la cual el objeto cognoscible, en vez de ser el término del acto cognoscente de un sujeto, es el mediatizador de sujetos cognoscentes, educador, por un lado; educandos, por otro, la educación problematizadora antepone, desde luego, la exigencia de la superación de la contradicción educador-educandos. Sin ésta no es posible la relación dialógica, indispensable a la cognoscibilidad de los sujetos cognoscentes, en torno del mismo objeto cognoscible" .

De esta manera, el educador ya no es sólo aquel que educa, sino también aquel que es educado por el educando en el proceso de educación, a través del diálogo que se sostiene. Tanto el educador como el educando son a su vez educando y educador en un proceso dialéctico. Es así como ambos se transforman en sujetos centrales del proceso en un crecimiento mutuo; aquí la autoridad requiere estar al servicio, siendo con las libertades y en ningún caso contra ellas.

"Ahora, ya nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan en comunión, mediatizados por el mundo" .

A su vez, los educandos no son dóciles receptores, tipo depósitos de almacenaje, sino más bien se transforman en personas activas, investigadores críticos, siempre en diálogo con el educador, quien a su vez es también un investigador crítico.

El papel del investigador crítico es el de proporcionar, siempre unido a los educandos, las condiciones para que se de la superación del conocimiento al nivel de la doxa por el conocimiento verdadero.

Es fundamental para realizar una educación como práctica de la libertad negar la existencia del hombre abstracto, aislado, suelto, desligado del mundo, y de la misma manera negar la realidad del mundo separada de los hombres. Como ya dijimos anteriormente, el hombre sólo puede ser comprendido verdaderamente como un hombre situado.

A través de una educación para la libertad "los educandos van desarrollando su poder de captación y de comprensión del mundo que, en sus relaciones con él, se les presenta, no ya como una realidad estática, sino como una realidad en transformación, en proceso. ... La tendencia entonces, tanto del educador-educando como la del educando-educador, es la de establecer una forma auténtica de pensamiento y acción: pensarse a sí mismo y al mundo, simultáneamente, sin dicotomizar este pensar de la acción.

La educación problematizadora se hace así un refuerzo permanente a través del cual los hombres van percibiendo, críticamente, cómo están siendo en el mundo en que y con que están" .

Claramente aparece lo inacabado del proceso de la educación como algo propio y único del hombre que corresponde a su condición de ser histórico y de historicidad. Sólo si el educando puede tomar conciencia de su verdadera condición puede apropiarse de su realidad histórica y transformarla. Se trata de una búsqueda que va en la línea de "ser cada vez más", de humanizar al hombre. Esta búsqueda de "ser más" debe ser realizada en comunión con los otros hombres, en solidaridad situada.



La alfabetización como camino de liberación

El ser persona en historia, sociedad y cultura y el descubrir que su vida se hace historia en cuanto es sujeto, va entrañando poco a poco el sentido más exacto de la alfabetización: el sujeto paulatinamente aprende a ser autor, testigo de su propia historia; entonces es capaz de escribir su propia vida, es decir, biografiarse, existenciarse e historizarse.

El método de la alfabetización se ve animado por la dimensión humana de la educación como práctica de la liberación.

La educación como una dimensión de la acción cultural, que se inicia en la alfabetización, se realiza en el reencuentro de las formas culturales propias del individuo y en la retotalización de éstas a través de la acción definida como interacción, comunicación, transformación. En definitiva, la idea es que la educación reproduce en su propio plano la estructura dinámica y el movimiento dialéctico del proceso de producción del hombre.

De esta manera se entiende la gran riqueza que para Freire contiene el proceso de alfabetizarse: "... el aprendizaje y profundización de la propia palabra, la palabra de aquellos que no les es permitido expresarse, la palabra de los oprimidos que sólo a través de ella pueden liberarse y enfrentar críticamente el proceso dialéctico de su historización".

La constante de fondo es el problema de la correcta interpretación de la realidad. En apoyo de esta labor viene precisamente el método de la concientización que busca, mediatizada por la praxis educativa, existenciar las condiciones del mundo humano, contradicciones que imprimen al mundo su movimiento y que, al ser percibidas como tales, impiden la adaptación del hombre a una realidad que los aplasta en sus potencialidades creadoras. Es entonces, este planteamiento dialéctico el que permite la esperada interpretación correcta de la realidad. Luego la criticidad de los hombres sobre su realidad y su esfuerzo transformador se encuentran en una directa proporcionalidad.

Freire entiende el quehacer humano como acción y reflexión, teoría y praxis. La delimitación de sus objetivos y de sus métodos y la determinación de su fuerza de acción vienen dadas por la teoría que lo informa; es el marco teórico que informa las modalidades de acción liberadora y opresora. Surge entonces la teoría de la acción liberadora desde una matriz dialógica tendiente a conseguir la humanización de los hombres; promueve una auténtica formación valórica que genere un auténtico cambio cultural. Y, como ya hemos señalado, el punto de partida de la educación se encuentra en el hombre - mundo.



Fases del método:

Con Freire, nuestro siglo ve el surgimiento de una nueva metodología educacional, la de la alfabetización, realizada a través de un proceso de concientización, es decir, el proceso mediante el cual el hombre desarrolla más y más su conciencia crítica, en busca del afloramiento de la verdadera conciencia reflexiva de la cultura, la cual aparece en el preciso instante en que el hombre se historiciza, en que se constituye como conciencia histórica.

En esta dimensión crítica, podemos entender la alfabetización como la conquista que hace el hombre de su palabra, lo que ciertamente conlleva la conciencia del derecho de decir la palabra.

En una de sus obras, Freire propone el cuestionamiento de los déficit cuantitativos y cualitativos de la educación en Brasil. La situación era ciertamente crítica, pues, "el número de niños en edad escolar sin escuela, es aproximadamente de cuatro millones; el de analfabetos, de catorce años en adelante, es de dieciséis millones; a lo que se junta la inadecuación de nuestra educación ya referida" .

Pero, ¿qué método podía utilizarse para la superación de las actitudes mágicas o ingenuas del hombre de pueblo frente a su realidad?, ¿cómo llevar a este hombre a descubrirse como creador de cultura?, etc...

Sin lugar a dudas, el método a seguir debía ser activo dialogal, crítico y critizador. No se trata de enseñarles a repetir palabras, ni tampoco se restringe a desarrollar la capacidad de pensarlas según las exigencias lógicas del discurso abstracto: simplemente coloca al alfabetizando en condiciones de poder reexistenciar críticamente las palabras de su mundo.

La experiencia de los así llamados círculos de cultura, patentiza este hecho, ya que el alfabetizando, al comenzar a escribir libremente, no copia palabras, sino que expresa juicios. Por ejemplo en Angicos un participante escribe: "... el pueblo va a resolver (corruptela por resolver) los problemas (por problemas) de Brasil votando conscientemente".

Cinco fases componen este proceso de alfabetización. Antes de comenzar el grupo " descodifica varias unidades básicas, codificaciones sencillas y sugestivas, que dialógicamente descodificadas van redescubriendo al hombre como sujeto de todo proceso histórico de la cultura letrada", es decir, se dialoga para conseguir la aprehensión del concepto de cultura.

1º Fase: Levantamiento del universo vocabular de los grupos con los cuales se trabaja.

Exploración, mediante encuestas informales, del universo de las palabras habladas en el medio cultural del alfabetizando, extrayendo aquellos vocablos de más ricas posibilidades fonéticas y de mayor carga semántica, que además están cargados de sentido existencial y contenido emocional.

Las entrevistas traslucen anhelos, frustraciones, incredulidades, esperanzas, ímpetus de participación, como así mismo ciertos momentos altamente estéticos en el lenguaje del pueblo.

2º Fase: Elección de las palabras seleccionadas del universo vocabular investigado.

Las palabras extraídas del universo vocabular del alfabetizando, una vez transfiguradas por la crítica (reflexión), retornan a él en acción transformadora del mundo.

3º Fase: Creación de situaciones existenciales típicas del grupo con el que se va a trabajar.

Las palabras utilizadas reciben el nombre de generadoras, ya que a través de la combinación de sus elementos básicos propician la formación de otras. Como palabras del universo vocabular del alfabetizando, son significaciones constituídas en sus comportamientos, que configuran situaciones existenciales.

4º Fase: Elaboración de guías que auxilien a los coordinadores de debate en su trabajo.

Estas guías deben ser meras ayudas para los coordinadores, jamás rígidas prescripciones que habrán de obedecer y seguir.

5º Fase: Descomposición de las familias fonéticas correspondientes a los vocablos generadores.

Se refiere a la codificación plástica en cuadros, "slides", filminas, etc. , que correspondan a las respectivas situaciones que, de la experiencia vivida por el alfabetizando, pasan al mundo de los objetos.

El alfabetizando ahora, "ad-mira", ya que ha ganado distancia para ver su propia experiencia. Es en este momento cuando él comienza a descodificar.

Aplicación concreta del método (ejemplo):

Utilizaremos la palabra "tijolo" (ladrillo) como primera palabra "generadora", colocada en una situación de trabajo de construcción.

Una vez que se tienen las palabras más significativas, se somete al proceso de reflexión, en búsqueda de mayor objetividad, de los "círculos culturales". Discutida la situación en sus aspectos posibles, se realizaría la vinculación semántica entre la palabra y el objeto que denomina (la palabra se nombra junto al objeto dicho: lo que se busca es la asociación de la palabra con el objeto). Visualizada la palabra dentro de la situación, es, posteriormente, presentada sin el objeto: "tijolo".

Luego viene la pronunciación de la palabra en forma cortada: ti - jo - lo. Inmediatamente se visualizan los pedazos y comienza el reconocimiento de las familias fonéticas.

A partir de la primera sílaba "ti" se ayuda al grupo a conocer toda la familia fonética que resulta de la combinación de la consonante inicial con las demás vocales.

El segundo paso es llevar al grupo a conocer la segunda familia, mediante la visualización de "jo" (se repite la misma operación), para llegar finalmente a conocer la tercera familia "lo".

Cuando se proyecta la familia fonética, el grupo reconoce la sílaba de la palabra visualizada; ta - te - ti - to - tu ; ja - je - ji - jo - ju ; la - le - li - lo - lu .

Una vez reconocido el sonido "ti" de la palabra generadora tijolo se propone al grupo que lo compare con las otras sílabas, lo que hace descubrir que comienzan igual pero terminan en forma diferente. De esta manera se descubre que no todos se pueden llamar "ti". Con las dos restantes sílabas "jo - lo" se sigue idéntico procedimiento. Luego del conocimiento de cada familia fonética, se hacen ejercicios de lectura para fijar las nuevas sílabas.

El momento central del proceso lo constituye cuando se presentan las tres familias fonéticas: ta - te - ti - to - tu ; ja - je - ji - jo - ju ; la - le - li - lo - lu. Lo que se denomina "ficha del descubrimiento".

Luego de realizar una lectura horizontal y otra vertical, en la cual se ubican los sonidos vocales, comienza el grupo, y no el coordinador, a realizar la síntesis oral.

De uno en uno van todos haciendo palabras nuevas con las posibles combinaciones a su disposición. Este proceso va creando conocimientos de palabras que enriquece la posibilidad de decirse diciendo su mundo.

Con este método, la persona cambia su manera de ver el mundo, se siente partícipe de él y artífice de su propia vida. Surge lo que Freire llama la conciencia que no es tan sólo el reconocer la situación que se vive, sino el compromiso y proceso de transformación.

Es un método que en ningún caso intenta decir a la persona lo que debe y lo que no debe hacer, aprender o decir, sino que, por el contrario, transforma al sujeto que aprende en responsable central de su propio proceso de liberación y construcción de su propia cultura (forma de vivir)



Algunos términos claves.

Para poder entender bien lo que el autor nos quiere transmitir es necesario explicar algunos conceptos claves:

1) Sociedad cerrada: organización de la sociedad que busca mantener los privilegios de las clases dominantes (elites), a través de diferentes medios que cumplan la función de alienar a la gente. En este tipo de sociedades no se permite la participación, ni la verdadera democracia, ni el diálogo liberador que promueve el método de alfabetización.

2)Sociedad en transición: es el proceso que vive una sociedad cuando intenta el cambio. Implica una marcha acelerada que lleva a la sociedad a una búsqueda de nuevos temas y de nuevas tareas. Paulo Freire no se refiere a cambios materiales, sino que apunta.

3)Democratización fundamental: Son los principios básicos que hay que desarrollar en una sociedad para que ella pueda llagar a la democracia verdadera, propia de la sociedad abierta. Es el proceso de participación de todos los hombres en todos los niveles de la sociedad.

4)Radicalismo: Es la opción de enrraizamiento del hombre que toma una opción positiva y crítica, donde no se pierde la libertad. Se trata de hombres abiertos al diálogo, que aceptan el radicalismo de otros hombres con posturas diferentes.

5)Conciencia intransitiva: Es la conciencia que no presenta un compromiso del hombre con su propia existencia.

6)Conciencia ingenua o mágica: Tiende a olvidarse de la realidad y a prescindir de ella, limitando seriamente a la libertad. El hombre con esta conciencia no logra llegar a la raíz profunda de la realidad, no conoce sus causas profundas y su explicación de la realidad es de tipo fantástico.

7)Conciencia crítica: Es la profunda interpretación de la verdadera realidad, conociendo sus causas más reales y su funcionamiento. Quien posee esta conciencia, posee una capacidad de razonamiento y de diálogo fecundos, tratando siempre de buscar la verdad para comprometerse en la construcción del hombre.

8)Concientización: Es el proceso por el cual el hombre no sólo toma conciencia de su realidad, sino que lo hace en forma crítica comprometiéndose con su cambio concreto.

9)Educación liberadora: La que toma en cuenta al hombre verdadero y real, que parte de él y busca llevarlo a su plena humanización. El hombre no se libera sólo, ni es liberado por otro, sino que se libera en comunión y partiendo desde su realidad.

10)Alfabetización: Método a través del cual el hombre "se dice" y al hacerlo se reconoce como cocreador de su vida y de su mundo. Es el momento en que el hombre se reconoce como lo que realmente es y se compromete con su humanización.

11)Educación bancaria: Educación tradicional que no reconoce la dignidad de los hombres, sino que más bien los cosifica como meros receptores y repetidores.

12) Educación problematizadora: Educación que toma en serio al hombre y reconoce el real proceso educativo del hombre como un diálogo continuo y respetuoso, donde no hay maestros "y" estudiantes, sino que solamente existen maestros - estudiantes y estudiantes maestros, es decir, donde el proceso educativo es una relación dialéctica constante.

Freire se sabe de una sociedad en transición que viene saliendo de una situación de sociedad cerrada, que poseía una conciencia intransitiva, donde no existía el diálogo a causa del mutismo propio de las relaciones "Señor - siervo". Este tipo de relaciones es la que intenta romper el método de Freire enseñando al hombre a reconocer su propia dignidad y la posición que cada uno está llamado a ocupar en la construcción de la liberación y recreación de la realidad.

Conclusión

Al finalizar la investigación que hemos realizado en torno a Paulo Freire, consideramos, en líneas generales, que hemos podido cumplir los desafíos que nos propusimos en la introducción del trabajo, ya que hemos dado cuenta de quién es Freire, del contexto en que vivió y que lo motivó a desarrollar su metodología de alfabetización, además de ideas generales que nos plantean el método y las líneas que lo orientan.

Una de las conclusiones principales a las que hemos podido llegar es que al interior de la teoría de Freire se presentan con viveza los principios que sustentan la educación en la actualidad. No está demás señalar que nos fue posible visualizar aquellos principios por el estudio previo que de ellos realizamos en el curso.

El principio de la individualización se presenta en Freire a través de la valoración del individuo como ser único, irrepetible, necesario y valioso para el proceso educativo centrado en el diálogo. En relación al principio de autonomía, el teórico hace bastante hincapié en la necesidad del hombre de alcanzar su libertad y desde ella proyectarse hacia su perfección, Paulo Freire desarrolla toda su metodología sobre el eje de la real liberación del hombre, que no es otra cosa que su humanización dinámica (en proceso inacabado). Respecto del principio de socialización, Freire asume verdadera y honestamente el contexto en que le toca vivir (contexto de injusticia y marginación de los más por los menos) y desde él parte la formulación de una metodología que busca transformar la realidad social en algo integrador e incluyente, es decir, en un lugar en que el individuo pueda asumir concretamente su ser y su ser situado para poder liberarse de todo aquello que no le permita ser cada vez más hombre. En este sentido es decidora la frase de Freire en que señala que el hombre no se libera sólo sino en comunión con los demás. La creatividad, principio tan difícil de lograr en la actualidad, queda salvaguardado por la novedad del método de alfabetización propuesto por el autor. Éste formula novedosamente una respuesta apropiada para este contexto específico con sus necesidades también específicas. Desde esta metodología se desprende con claridad la presencia del principio de la actividad ya que es el propio sujeto quien y desde quien se reconstruye la realidad que se vive. El sujeto a quien se dirige el método es aquel que en la realidad hace posible este proceso.

Nos parece que la propuesta de Freire logra ser eficaz gracias a que este hombre pudo captar la unidad indivisible que se da entre lo que llamamos la teoría y la práctica. Fue capaz de desarrollar todo su esfuerzo desde la propia realidad que vivía su pueblo, realidad concreta y dolorosa, y proyectar una metodología capaz de responder educacionalmente a los desafíos que ésta le planteaba. Su esfuerzo no parte de necesidades supuestas por los intelectuales o por aquellos que muchas veces creemos saberlo todo, sino que por el contrario, parte desde la manifestación concreta de la realidad, que es la manifestación concreta de los necesitados.

No podemos dejar de destacar el profundo interés que descubrimos en P. Freire por el ser humano. Todo su esfuerzo educativo se ve plasmado por un gran humanismo, un humanismo cristiano que sabe preocuparse por aquellos que más lo necesitan por los que son excluidos de todo, incluso de su propia condición de excluidos. Esto queda explícito en su opción por lograr que el hombre alcance su libertad, su verdadera libertad, y así pueda ser autor y constructor de su vida teniendo como substrato de toda este obrar la alfabetización, que es mucho más que un simple enseñar a leer y a escribir, ya que busca que el hombre pueda llegar a ser persona.

Estas consideraciones nos muestran el referente filosófico que las sostiene e impulsa; "el hombre siendo y con el mundo" .

Todos estos elementos han ayudado a nuestro enriquecimiento personal ya que nos ayuda a ampliar la visión de educación que vamos formándonos como preparación para nuestra futura labor docente.

Miguel Enrriquez


Su eterno chaquetón marinero y su risa estruendosa, que contagiaba, es lo primero que recuerdo de Miguel. El optimismo asomaba a sus ojos, a sus gestos, comunicando esa incansable vitalidad que le animaba. Miguel reía con todo el cuerpo, se agitaba y el torrente reventaba con una explosión de alegría. Después descubrí que también era la forma de reir de su padre, don Edgardo.

Miguel era un dinamo, veloz de pensamiento y palabra. Sus frases se precipitaban en ráfagas. Temible en la polémica, a veces era también -para mi gusto- demasiado duro en la discusión con los compañeros. Abrumaba con argumentos, citaba la historia revolucionaria mundial, especialmente la revolución bolchevique; conocía bien a Lenin (el Pelao, como le llamaba con familiaridad), a Trotsky y Rosa Luxemburgo, se paseaba por la revolución china, conocía en detalle la revolución cubana y sabía mucho de historia de Chile. Por supuesto era carrerino, admiraba a Manuel Rodríguez y se refería con mala voluntad al "guatón O'Higgins". Dedicaba especial atención al estudio y le gustaba discutir con gente de pensamiento diferente al suyo.

Matarlo no fue fácil para la DINA. Los sicarios de la dictadura tuvieron que extremar sus torturas con los detenidos que habían contactado a Miguel o a sus

Miguel vivía en una casa con vista a la esperanza
Miguel vivía en una casa
con vista a la esperanza,
era un compañero del curso de la aurora

Casi todos repetimos
menos él
que se fue a estudiar la primavera
allá donde sólo llegan los valientes,
aquellos que recibieron en silencio la tortura,
aquellos que callaron para que otros vivieran

Miguel vivía en una casa
con vista a la esperanza,
ahora, cuando ya se ha marchado,
nosotros debemos habitarla.

José María Memet



enlaces desde que el líder del MIR pasó a la clandestinidad. La crueldad del capitán Miguel Krassnoff Marchenko, jefe de la Agrupación Caupolicán de la Brigada de Inteligencia Metropolitana de la DINA, y de su principal verdugo, Osvaldo Romo, sin embargo, no tenía límites. El Informe Rettig señala: "La primera prioridad de la acción represiva de la DINA durante el año 1974 fue la desarticulación del MIR. Esta continuó siendo una prioridad durante 1975. Durante estos dos años se produce el mayor número de víctimas fatales atribuibles a este organismo". Creada por decreto en junio de 1974, la DINA venía operando desde noviembre de 1973, en dependencia directa de Pinochet. Quinientos oficiales de las FF.AA. y Carabineros dieron origen a esa estructura secreta que más tarde contaría a miles de funcionarios, asesores e informantes a sueldo.

Matar al secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, un médico de 30 años que había burlado numerosas trampas y emboscadas, se convirtió en una obsesión para la DINA. Destinó para ello a la Agrupación Caupolicán, mientras la Agrupación Purén se dedicaba a perseguir al resto de la Izquierda. La DINA consiguió datos para localizar el sector de Santiago donde Miguel vivía clandestino. Era en la calle Santa Fe 725, entre Chiloé y San Francisco, en la comuna de San Miguel. Una casa con apariencias de nada con dos portones metálicos que todavía conservan más de treinta impactos de balas. El 5 de octubre de 1974 se libró allí un combate desigual, como el de La Moneda y otros durante 17 años en que hombres y mujeres de la Izquierda chilena dieron lecciones de honor y valentía en combate.

Miguel era uno de los dirigentes chilenos más prometedores. Tenía rasgos indudables de genialidad política. En él "despuntaba un jefe de revolución", como dijo Armando Hart a nombre del Partido Comunista de Cuba en el solemne homenaje que se tributó en La Habana al revolucionario chileno. Los dirigentes cubanos no derrochan ese calificativo porque conocen su significado. Por eso el nombre de Miguel Enríquez lo llevan muchos comités de defensa de la revolución (CDR) y un hospital clínico quirúrgico.

La cacería del MIR
La precaria clandestinidad de Miguel, soportó poco más de un año. Había lanzado la desafiante consigna "el MIR no se asila", y quiso dar el ejemplo permaneciendo en Chile para organizar un movimiento de resistencia que concebía amplio y unitario. Explicó: "Nos quedamos en Chile para reorganizar el movimiento de masas, buscando la unidad de toda la Izquierda y de todos los sectores dispuestos a combatir a la dictadura gorila, preparando una larga guerra revolucionaria a través de la cual la dictadura será derribada, para luego conquistar el poder para los trabajadores e instaurar un gobierno de obreros y campesinos". Desoyó los consejos de muchos camaradas y amigos que le pedían salir del país. Miguel era del tipo de líderes que guían con el ejemplo. No subvaloraba, sin embargo, las tareas de apoyo en el exterior. Encomendó organizarlas a dos miembros de la comisión política, su hermano Edgardo -ingeniero de 34 años, detenido en Buenos Aires en abril de 1976 y desaparecido desde Villa Grimaldi- y René Valenzuela Bejas, hoy preso en España.

La persecución al MIR fue motivo de disputa entre la DINA y el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA), que dirigía el comandante Edgar Ceballos Jones ("Comandante Cabeza"). El SIFA llegó a tener numerosos prisioneros en su cuartel general en la Academia de Guerra Aérea (AGA). Mediante el método de hacer desaparecer a los prisioneros y una brutalidad extrema en la tortura, la DINA consiguió finalmente desplazar al SIFA.

El terrorismo de la DINA se hizo sentir con fuerza a partir de abril de 1974. El recinto secreto de Londres 38, un ex local del PS, se convirtió en centro de torturas y en primera estación del vía crucis de muchos detenidos hacia la muerte y desaparición en Colonia Dignidad, como ocurrió con Alvaro Vallejos Villagrán (el "Loro Matías"), estudiante de Medicina de 25 años, uno de los primeros en ser ejecutados en la colonia alemana de Paul Schäffer.

La comisión política del MIR, sin embargo, se mantenía más o menos intacta a comienzos del 74. La pérdida más importante había sido la de Bautista Van Schouwen Vasey, en diciembre de 1973, capturado por una delación en el convento de los Capuchinos de Santiago, donde se ocultaba. Van Schouwen, de 30 años, médico, era uno de los fundadores del MIR e íntimo amigo de Miguel Enríquez, con cuya hermana, Inés, estuvo casado.

A partir de julio del 74, la DINA -ahora en posesión de abundante información y con la colaboración de delatores- aumentó la intensidad de sus golpes. Cayeron detenidos y desaparecieron decenas de miristas como Bárbara Uribe y Edwin Van Yurick, su esposo; el periodista Máximo Gedda, Martín Elgueta, Alfonso Chanfreau, María Angélica Andreoli, Muriel Dockendorff, etc. Muchos fueron atrapados en "puntos de contacto" que entregaban los torturados. Otros cayeron en "ratoneras" montadas en casas de militantes detenidos. Muchos fueron reconocidos en las calles por delatores que salían a "porotear" con los agentes de la DINA. La represión aumentó y en septiembre del 74 la situación se hizo trágica. Casi todos los presos del MIR eran salvajemente torturados y desaparecían para siempre, como el arquitecto Francisco Aedo Carrasco, de 63 años, liberado desde Chacabuco y arrestado de nuevo el 7 de septiembre, los hermanos Carlos y Aldo Pérez Vargas (cuyos otros tres hermanos, Iván, Mireya y Dagoberto, este último miembro de la comisión política del MIR, morirían en 1975 y 1976), Carlos Gajardo, Vicente Palomino, Manuel Villalobos, etc. Delatores como Marcia Merino ("La Flaca Alejandra") asesoraban los interrogatorios, señalando a los torturadores lo que debían preguntar, clasificando la información, participando en los allanamientos o en el "poroteo". La situación alcanzó su punto álgido a fines de ese mes y comienzos de octubre con la detención de los dirigentes Sergio Pérez Molina y Lumi Videla Moya (cuyo cadáver terriblemente torturado por Osvaldo Romo lanzaron al interior de la embajada de Italia el 3 de noviembre), María Cristina López Stewart, el sacerdote Antonio Llidó, los hermanos Jorge y Juan Andrónico Antequera, Amelia Bruhn, y una larga lista de mártires.

La DINA obtuvo nuevas pistas para llegar a Miguel Enríquez: el barrio donde vivía, una descripción de su aspecto físico y de su pareja (Carmen Castillo Echeverría, que hacía de enlace en algunos contactos y que estaba embarazada), una Renoleta roja que usaba Miguel (la reconocieron durante un enfrentamiento a tiros en el sector del Estadio Nacional), etc.

La casa de Santa Fé
Desde diciembre de 1973, Miguel vivía clandestino en Santa Fé 725. Un barrio tranquilo, de pequeña burguesía pobre y de obreros, casi todos propietarios de sus viviendas. La mayoría -como la que ocupaba Miguel- son casas de un piso con patio y parrón. Los vecinos se conocen por años. Entonces la mayoría eran de Izquierda, comunistas y socialistas. Frente a la casa de Miguel vivía un viejo obrero comunista, Leyton, "cicerone" del Museo Recabarren.

La casa de Miguel estaba entre la de un obrero cesante y la de un periodista, Rolando Carrasco, comunista, preso en Chacabuco. Allí vivían la mujer de Carrasco, Anita Klöpping (como actriz de teatro y radio más conocida como Anita Mirlo) y sus hijos, Rolando, de 16 , y Valentina, de 11 años.

Miguel y su compañera, Carmen Castillo, llegaron a vivir en esa casa a fines del 73, después de la caída de Van Schouwen. Inicialmente los acompañaba otro dirigente del partido, Humberto (Tito) Sotomayor, y su esposa. Ocasionalmente iban a pasar unos días con ellos las pequeñas hijas de ambos, Javiera, hija de Miguel (con Alejandra Pizarro), y Camila, hija de Carmen (y de Andrés Pascal Allende, también miembro de la comisión política del MIR, que a su muerte reemplazaría a Miguel en la secretaría general del MIR). El otro hijo de Miguel, Marco Antonio (con la periodista Manuela Gumucio), estaba en Francia y apenas tenía un año cuando mataron al líder del MIR.

Una ciudadana británica compró con fondos del MIR la casa de Santa Fé a un dueño de camiones, padre de unas mellizas, a quien en el barrio todos miraban con sospecha porque era opositor al gobierno de la Unidad Popular y porque vendía mercaderías que escaseaban en el mercado.

El aliento de la bestia
Miguel, Carmen, Sotomayor y su mujer no lo sabían pero eran objeto de observación en el barrio.

Se siente curiosidad por los nuevos vecinos. Se preguntan quiénes son, de dónde vienen, qué hacen, etc. Los jóvenes que viven en Santa Fé 725, parecen gente de desahogada situación económica, se muestran afables y saludan con cortesía pero sin intentar mayores relaciones. Todos observan...y comentan. Al dueño del boliche de la esquina le llama la atención que los nuevos propietarios de la casa de Santa Fé 725 dispongan de más dinero que lo común en el vecindario. Compran mayor cantidad y artículos de más calidad. Para el almacenero es un buen negocio pero comunica sus observaciones y el rumor circula...

Miguel y Carmen, Sotomayor y su mujer, entretanto, hacen una vida normal y buscan establecer una relación discreta con los vecinos. Se dan cuenta que en ese barrio hay que trabar amistad con la gente. Miguel y Carmen ayudan al vecino cesante. Se enteran que Anita tiene a su marido preso en Chacabuco y que trabaja como costurera para sostener el hogar. Carmen le ayuda mandándole hacer ropa para Javiera y Camila, luego para ella o para una amiga que inventa. Un día el joven Rolando Carrasco (hoy arquitecto, casado, dos hijos) está duchándose, la llama se apaga pero el gas sigue fluyendo, Rolo cae desmayado, como de costumbre ha cerrado con llave la puerta del baño. Anita lo siente caer, intenta abrir la puerta, no puede y corre a la casa de Miguel a pedir ayuda. Humberto Sotomayor acude, echa abajo la puerta, reanima al joven y le da instrucciones a Anita para seguir atendiéndolo. Así ella se entera que es médico. Desde ese día siente por sus vecinos del 725 una enorme gratitud y cariño. Ya no le importa la cortés pero firme discreción con que ellos defienden su privacidad.

Morir en octubre
Amanece el 5 de octubre de 1974. La DINA está sobre una pista segura para llegar a Miguel. Otras le habían fallado. Por ejemplo, detecta que Javiera, de 5 años, hija de Miguel, vive con su tía, Ana Pizarro, y sus tres hijos. Supone -con razón- que por esa vía existe un vínculo con Miguel. La DINA pierde la paciencia y amenaza de muerte a Ana Pizarro y sus hijos, que se asilan en la embajada de Francia. Pero antes Miguel manda a buscar a su hija. En una carta le dice a su ex cuñada que quiere tener a Javiera por un tiempo porque está seguro que va a morir.

La DINA ya sabe que Miguel vive en la zona sur de Santiago, en un cuadrante enmarcado por Santa Rosa, Gran Avenida, Departamental y Callejón Lo Ovalle. Los esbirros de Krasnoff, capitaneados por Osvaldo Romo que olisquea sangre, "peinan" esa área. Llevan algunos de los presos torturados para que reconozcan calles, ruidos, olores. Pasan algunos días en esa tarea de rastrear las huellas todavía invisibles de Miguel. Buscan una Renoleta roja y una joven señora embarazada. Van en tres vehículos y llevan armas largas por si acaso. Se detienen a preguntar en almacenes y talleres, interrogan a niños y mujeres, carteros, revisores de medidores de luz y agua, recogedores de basura, etc.

Está clareando y en la casa de Santa Fe 725, todos duermen: Miguel, Carmen, Humberto Sotomayor y José Bordas Paz (31 años, encargado de la Fuerza Central, rama armada del MIR).

El grupo conversó hasta tarde. Quedaron de acuerdo en que al día siguiente, 5 de octubre, Carmen buscará una casa de emergencia. El instinto les decía que la seguridad del escondite se había resquebrajado, sobre todo después del enfrentamiento a tiros en la Avenida Grecia. Miguel había hecho algunas reuniones en la casa con compañeros que presumiblemente ahora estaban presos. Aunque se habían observado las reglas de la clandestinidad, no se podía descartar que alguno se hubiese dado cuenta del barrio y la calle donde los habían llevado a ciegas. Se iban también a cumplir diez meses viviendo en la misma casa y las normas de clandestinidad prohibían una permanencia tan larga en un mismo lugar. Dos semanas antes, Miguel arregló el asilo en la embajada de Italia de las pequeñas Javiera y Camila, que entraron en la misión diplomática en la cajuela del automóvil del encargado de negocios. Por último, Miguel había aceptado reducir el ritmo de su trabajo y replegarse a un lugar fuera de Santiago. Una amiga de Carmen, Cecilia Jarpa, se haría cargo de comprar una parcela en Macul. Pero Carmen la llamó el día anterior para entregarle el dinero y el tono y forma de sus respuestas, hicieron a Miguel deducir que Cecilia Jarpa ya estaba en manos de la DINA. Estaba claro que el cerco se estrechaba.

En la mañana del 5 de octubre Carmen Castillo salió a buscar una casa para mudarse ese mismo día. Miguel, Sotomayor y José Bordas también salieron de Santa Fe 725 . Acordaron volver a encontrarse en la casa a las tres de la tarde. Sin embargo, Carmen volvió cerca de la una. Encontró a Miguel y a los otros dos compañeros quemando papeles, con las armas a la mano y en estado de enorme tensión. Habían detectado tres autos sospechosos que rondaban el barrio y que habían pasado ya dos veces, lentamente, observando la casa. Están seguros que es la DINA y que deben estar tendiendo el cerco. Rápidamente terminaron de recoger en dos bolsos lo más importante. Cuando Miguel y Carmen salían al patio donde estaba la Renoleta roja, se produjo el primer ataque de la DINA. Ellos se replegaron al interior de la casa y comenzaron a responder el fuego junto con Sotomayor y Bordas.

El primer cerco no fue muy efectivo. No habían llegado aún suficientes refuerzos. En los primeros momentos Humberto Sotomayor y José Bordas lograron escapar. A uno lo vio Anita, la vecina, saltar al patio de su casa y de ahí a la calle San Francisco; el otro huyó en dirección a Varas Mena, una calle paralela al sur de Santa Fe. (Sotomayor se asiló después en la embajada de Italia y José Bordas fue emboscado por el SIFA el 5 de diciembre. Cayó herido y murió dos días después en el hospital de la FACH, donde fue torturado).

Carmen Castillo fue herida en el interior de la casa. A ratos perdía la conciencia mientras proseguía el tiroteo sostenido por Miguel. Recuerda haberlo oido gritar: "Hay una mujer embarazada, respeten su vida".

El Informe Rettig dice: "La casa donde se ocultaba Miguel Enríquez, fue rodeada por un nutrido contingente de agentes de seguridad, el que incluía una tanqueta y un helicóptero, quienes comenzaron a disparar. Entre los ocupantes del inmueble se encontraba una mujer embarazada que resultó herida. Miguel Enríquez cayó en el enfrentamiento recibiendo, según el protocolo de autopsia, diez impactos de bala que le causaron la muerte".

Anita, la vecina de Miguel, no sabe cuánto duró el tiroteo; tampoco su hijo, Rolo. Pero les pareció eterno. En su casa estaba otro muchacho, compañero de Rolo, ambos se encontraban en el patio cuando se inició el asalto a la casa vecina. Se agazaparon y vieron saltar el muro al mirista que huyó hacia la calle San Francisco. Anita y la niña, Valentina, permanecieron tiradas en el piso de la casa. Recuerdan el ruido ensordecedor de los disparos, el helicóptero sobrevolando, los altavoces de Carabineros ordenando al vecindario permanecer en sus casas. Cuando cesaron los tiros vieron en la calle Santa Fe a muchos civiles armados, carabineros, soldados, la tanqueta y muchos vehículos. Más tarde cuando sacaban a Carmen Castillo herida (creyeron que iba muerta) y luego el cadáver de Miguel Enríquez.

Miguel no se rindió. Una de las diez balas le perforó el cráneo. Su cuerpo lo encontraron en el patio donde se había parapetado para disparar, mientras intentaba saltar a la casa trasera.

La noticia de la muerte de Miguel, que se divulgó esa noche, causó un impacto doloroso en el pueblo. Saber que Miguel estaba en la clandestinidad, intentando reorganizar las fuerzas, fortalecía muchas esperanzas.

La DINA lo celebró mofándose de los presos en el recinto de José Domingo Cañas, donde había trasladado su infierno de torturas. La casa de la calle Santa Fe 725 la ocupó la DINA durante dos meses. Algunos vecinos dicen que allí se hacían fiestas y que los oficiales se emborrachaban y gritaban como locos. Más tarde vivió un microbusero, pariente de un agente de la DINA, y luego volvió el antiguo propietario, el camionero. Cada 5 de octubre, desde 1990, sus moradores se refugian en el interior de la casa cuando un grupo de familiares y ex miristas realizan en la calle un acto recordatorio, encienden velas, se acercan a mirar el patio interior y tocan con emocionada reverencia las perforaciones de balas en los portones de la casa donde Miguel vivió su último día

"El último día de Miguel", fue publicado por primera vez en la revista Punto Final.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mario Roberto Santucho


Hijo del procurador judicial Francisco Rosario Santucho de la maestra Manuela del Carmen Juárez, nació en la ciudad Santiago del Estero el 12 de agosto de 1936. Don Francisco tuvo diez hijos, siete de los cuales nacieron de sus primeras nupcias con El. mina Isabel Juárez y los tres restantes -el mayor de los cuales era Mario Roberto- del segundo matrimonio con una hermana de la fallecida primera esposa.

Desde muy joven, prácticamente en la adolescencia, comenzó a interesarse por las ideas políticas como consecuencia permanente debate en el seno de su familia en un momento trascendente de la vida nacional, corno fue la década de los 50. El conflicto ideológico que se generalizaba en al ámbito social ante la evidente caducidad de una forma de producción y de vida -la fase premonopólica del capitalismo- conducía al cuestionamiento de valores burgueses, generando contradicciones y la búsqueda de nuevas formas de convivencia.

Los cuestionamientos no sólo se referían a lo económico y político, sino que se extendían a lo ideológico. Los cambios que se producían en el mundo al concluir la guerra contra el fascismo, exponían ante los pueblos nuevas y promisoras experiencias al desmoronarse la barrera de ocultamiento y desinformación erigida por el imperialismo.

El enfrentamiento bélico permitió conocer la realidad de la construcción, del socialismo en la URSS, desenmascarando las patrañas que difundían los confabulados en la defensa del ya agotado orden burgués.



En un hogar profundamente católico con sólidas raíces nacionales, nivel económico y prácticas de vida de las capas más .populares de la pequeña burguesía del interior, los nuevos vientos encontraron inmediata receptividad, disipando confusiones, unificando puntos de vista aparentemente opuestos y aportando procesos sintetizadores que, repitiéndose en muchos otros casos similares, definen una tendencia digna de un análisis más detenido.

Sus primeras inquietudes de participación se canalizaron a través de su acercamiento al Centro de Estudios e Investigaciones Socio-Económicos de la Provincia de Santiago del Estero y a la revista Dimensión, donde desempeñaba un papel prominente su hermano Francisco René, quien años después como dirigente del PRT, fuera secuestrado y desaparecido en la ciudad de Tucumán durante el gobierno de: Isabel Perón (abril de 1975). Ya comenzaba a interesarse por el marxismo aunque todavía desde una posición crítica, que fue matizando en las relaciones con militantes de izquierda e intelectuales que participaron en las actividades culturales que se desarrollaron en esos círculos. En esas circunstancias conoció, entre otros, a Bernardo Canal Feijoo, Rodolfo Khun, Héctor Agosti, Miguel Angel Asturias, Hernández Arregui y al intelectual polaco anticomunista Witold Gombrowicz, quienes contribuyeron a fortalecer su aspiración de profundizar el conocimiento de la problemática social y política.



Ya estudiante de Ciencias Económicas en la Universidad de Tucumán, interviene activamente en las luchas universitarias participando en la fundación del MIECE (Movimiento Independiente de Ciencias Económicas) que -surge como alternativa entre el Movimiento Reformista -constituido fundamentalmente por corrientes radicales, comunistas y socialistas- y el Humanismo, que expresaba a sectores católicos y a la derecha conservadora. Su bandera de lucha estaba en el cuestionamiento a las vacilaciones y el abandono de las reivindicaciones del estudiantado del Movimiento Reformista que dirigía el Centro de Estudiantes, absorbido por una estéril polémica principista con el Humanismo. Priorizó la lucha por las reivindicaciones principales del conjunto, interesados fundamentalmente en encontrar motores condiciones para avanzas en sus estudios , y el apoyo a la Revolución Cubana, aún no definida como, socialista.
El MIECE triunfó en las elecciones de 1959 ganando el Centro de Estudiantes y consagrando a Santucho como delegado estudiantil al Consejo Tripartito. La experiencia se extendió a otras facultades, con distintas denominaciones, alcanzando en varias de ellas importantes éxitos generando el nacimiento de una tendencia distinta a las tradicionales del estudiantado.

Comenzaban ya a definirse muchos de los atributos que caracterizaron su personalidad en las luchas posteriores. Su pasión por el estudio, muchas veces obstaculizado por las exigencias de una intensa militancia, trataba de ser satisfecha con organización y constancia, robándole horas al sueño y hasta utilizando métodos de lectura veloz, no siempre acordes con una necesaria profundización. Una confianza ilimitada en las masas lo dotaba de optimismo y una dinámica contagiosa, lo que le permitió enfrentar ambiciosos objetivos generando energías y despertando fuerzas, muchas veces ignoradas, en los que acompañaban en sus esfuerzos.



A comienzos de 1961, y con la aspiración de llegar a Cuba, viaja en compañía de su esposa Ana María Villarreal a través de varios países de América latina; esa experiencia resulta determinante para su futuro.

En Perú conoce al líder aprista Raúl Haya de la Torre, cuyas ideas influenciaban en el naciente Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP). Sale decepcionado de la entrevista. El propagandizado antimperialismo de Haya de la Torre, en esas circunstancias enmarcado en la "guerra fría' de la potencia imperialista contra el campo socialista, se ha transformado en un mero desarrollismo vergonzante que lo desenmascara ante sus visitantes.

Llega a los EE.UU., participa en debates y da conferencias en algunas universidades, conociendo desde adentro el bastión del capitalismo, palpando las falencias del progresismo de su intelectualidad y las increíbles limitaciones que manifestaban las individualidades más contestatarias al sistema. Hace escala en México donde palpa el descarnado rostro de la inicua explotación a la inmensa mayoría del pueblo, en una democracia capitalista con estabilidad política, presentada por la burguesía como modelo a imitar al resto del continente.

Desembarca en Cuba en un instante decisivo de su Revolución, cuando se proclama el avance hacia el socialismo. El contacto esa realidad, las conversaciones con los líderes fundamentales y el contraste que advierte con todas las que conociera hasta ese momento -incluso la de la Argentina peronista- definen sus aspiraciones revolucionarias y su adaptación de la ideología marxista-leninista. Regresa convencido y, con su característica decisión, impulsa los pasos para su plena integración a la lucha por la revolución argentina.



En su ausencia, -el 9 de julio de 1961, se había fundado formalmente el FRIP como materialización de la concepción amercanista antimperialista, con reivindicaciones indigenistas que profesaban algunos de los componentes, fundamentalmente Francisco René.

La opción que enfrentaba en esas circunstancias Mario Roberto, estaba en incorporarse a alguna de las organizaciones que invocaban, el marxismo o trabajar para construir una nueva organización con objetivos definidamente revolucionarios. Se decide por la más arriesgada, por la única que consideraba factible en ese momento a pesar de las enormes dificultades que presentaba.
Visualiza al FRIP como el embrión a desarrollar hacia el objetivo del partido revolucionario. Fue necesario un intenso debate ideológico interno para superar las profundas diferencias existentes entre su proyecto y las convicciones y metas de muchos de sus compañeros. El poder de convicción del ya conocido "Roby", su ya mentada tenacidad y una práctica conjunta con sectores marxistas en Santiago del Estero (PC y PS) en apoyo a la Revolución Cubana, permitieron importantes avances políticos en los principales componentes de la organización, no sin que se produjeran dolorosas deserciones. Particular importancia reviste, en ese paso, la evolución de Francisco René quien, desde su visión filosófica idealista en un complejo proceso de profundo análisis y debate, concluye enrolado en la concepción materialista dialéctica, donde su producción no fue lo rica que era de esperar al ser víctima, justamente en esa etapa, de la represión de la derecha fascista.



Se lanza intensamente a la actividad de construcción política de la organización. Por ese entonces, el FRIP se extendió a Tucumán, volcándose Mario Roberto al trabajo entre los obreros azucareros. Participando activamente en las luchas que libraban en defensa de la fuente de trabajo y del nivel salarial, amenazados por el proceso de concentración que impulsaban los grandes ingenios monopólicos de Salta y Jujuy.

En la misma época, escribe un análisis marxista, estudiando la estructura económica y de las clases sociales del norte del país, el peso en su economía de la industria azucarera y el importante rol de los trabajadores del ingenio y del surco por su concentración y experiencias de luchas; en él se planteaba la necesidad de la alianza del proletariado azucarero con el campesinado pobre y medio y la importancia de neutralizar a otros sectores medios y pequeño burgueses para aislar a la gran burguesía azucarera. Dicha investigación fue conocida como "Cuatro Tesis sobre el Norte Argentino".

La permanente dedicación al estudio de los clásicos fue complementada con una riquísima práctica social, en la que fue forjándose definitivamente su personalidad, afirmándose sus convicciones y el temple revolucionario que lo erigieron en el símbolo que hoy es.
Al mismo tiempo, su profundo internacionalismo caracterizó toda su militancia. Ya vimos con qué inquietudes conoció la Cuba revolucionaria; también fue un incansable estudioso y propagandizador de los procesos de Vietnam y todo el sudeste asiático, además de la "Revolución de los claveles" en Portugal que "Roby' miraba con particular esperanza. De la misma manera, fue uno de los principales impulsores de la unidad de los revolucionarios del cono sur de nuestro continente, cristalizada en la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR) que agrupó al MIR de Chile, el MLN Tupamaros del Uruguay, al ELN de Bolivia y a nuestro Partido.



Integra plenamente su militancia y sus luchas con su vida familiar y de relación. No concebía la práctica política aislada y su confianza, seguridad y poder de convicción influenciaron a todos los que lo conocían. Su compañera Ana María fue erigiéndose en un importante dir¡gente, lo que la convirtió en víctima de la represión, habiendo sido herida de bala en un reparto de alimentos en un barrio obrero y luego detenida dos veces. En la primera fue liberada en la fuga del Buen Pastor en Córdoba y en la segunda oportunidad, luego de la fuga de Rawson, fue asesinada junto con otros 15 revolucionarios en la base naval de Trelew el 12 de agosto de 1972. Del matrimonio nacieron tres hijas: Ana, Marcela y Gabriela, las que compartieron casi todas las vicisitudes de la vida de sus padres.

Fortalecido el FRIP, Santucho se preocupa por establecer relaciones y acercamientos con otras organizaciones marxistas, en la búsqueda de un diálogo que permitiera acercar posiciones y tácticas diferentes. Son conocidos los permanentes esfuerzos que impulsó para generar un debate fecundo con el PCA a quien, pese a las vitales diferencias que mantenía, calificaba como el aliado estratégico en vista a la formación del partido del proletariado.

Los primeros intentos comenzaron antes del nacimiento del PRT, en Santiago del Estero, pero se frustraron por la negativa de los dirigentes comunistas locales a mantener relaciones con trotskistas. Con posterioridad -y sobre todo a partir del desprendimiento de los grupos que seguían a Nahuel Moreno- se produjeron avances, aunque con polémicas poco constructivas por su antagonización. No obstante ello, en base a las relaciones que fue estableciendo Mario Roberto en la cárcel, se logró un buen nivel de discusión, materializado no sólo dentro del penal sino también en la atención desde el exterior, a cargo del responsable político del PC de Trelew, compañero Bel, que luego fuera secuestrado y desaparecido durante el golpe de 1976.



Esas relaciones prosiguieron siempre polémicas, pero con pasos constructivos (como la conmemoración conjunta del primer aniversario de la Masacre de Trelew en agosto de 1973 ) hasta cortarse con la acción militar en el Comando de Sanidad, el 6 de septiembre de 1973.
En el camino del acercamiento a otras corrientes marxistas, participando en las luchas de los trabajadores tucumanos, comienza a establecerse vínculos con militantes de Palabra Obrera, organización de tendencia trotskista que desarrollaba el "entrismo" en el peronismo obrero tucumano. Esas vinculaciones a niveles de base fueron facilitando el acercamiento de ambas organizaciones en la región, donde incluso se participa conjuntamente en una experiencia electoral que permite incorporar a dirigentes obreros a la legislatura de la provincia en 1964. En ese proceso y a pesar de las profundas diferencias que advierte Santucho entre las posiciones de ambas organizaciones ¡mpulsa la unificación en la Fundación del PRT (25 de mayo de 1965) alentado por las grandes coincidencias que encuentra en la vinculación con la base de P.O.

En la lucha interna que inmeediatamente se desata en el PRT, Santucho desempeña un rol prominente en el enfrentamiento a las fundamentales posiciones del trotskismo. Su papel en el III, IIV y V Congreso son vitales en las decisiones que se adoptan, rechazando la política del "entrismo", definiendo el tipo de partido como marxista-leninista e impulsando en la práctica la lucha en apoyo a la resistencia de los trabajadores azucareros ante la violencia de la dictadura militar de Onganía.

Durante ese período, Mario Roberto es detenido en dos oportunidades. Primeramente en Tucumán donde es trasladado permanentemente en diversas comisarías del interior para prevenir intentos de fuga o de liberación por parte de sus compañeros. Finalmente es alojado en la Penitenciaría de la ciudad de Tucumán, junto con todos los presos pertenecientes al PRT. Mediante un ardid para lo cual, con la ingestión de un medicamento, se provoca los síntomas de un ataque de hepatitis, logra su traslado al Hospital Provincial; allí logra fugarse aprovechando un descuido de la guardia, en un cambio de turno. Viaja inmediatamente a Buenos Aires para participar en el V Congreso que estaba en preparación.



Posteriormente, en agosto de 1971, es nuevamente detenido en la ciudad de Córdoba cuando se aprestaba a viajar junto con otros militantes para apoyar la fuga de sus compañeros de la Penitenciaría de Villa Urquiza de Tucumán, donde estuvo alojado. Inmediatamente trasladado a la prisión de Villa Devoto en Buenos Aires, es mantenido bajo un riguroso control. Poco tiempo después es detenida en Tucumán su compañera Ana María, quedando sus tres hijas bajo la atención de sus abuelos.

En la cárcel, Santucho impulsa el estudio la formación política de los varios centenares de militantes de la organización, al mismo tiempo que se esfuerza por mejorar las relaciones políticas conlos prisioneros de otras organizaciones populares, especialmente PC, Montoneros, FAR y FAP. Se destacan sus esfuerzo para unificar posiciones -a veces notablemente enfrentadas- entre las diversas tendencias políticas, sobre todo entre el PC y las organizaciones peronistas que desarrollaban la lucha armada. Asimismo, establece sólidos vínculos con destacados militantes políticos y sindicales como Raimundo Ongaro, Armando Jaime, Pujadas y sobre todo Agustín Tosco, con quien mantuvo una fecunda vinculación hasta el final de sus vidas.

Trasladado a Rawson, penal de máxima seguridad, prepara minuciosamente el plan de la fuga que se efectiviza el 15 de agosto de 1972. En su elaboración, prevee al máximo los diversos detalles de la operación, viéndose precisado a insistir y argumentar reiteradamente, con las dificultades naturales de su prisión, ante la indecisión y la falta de confianza de los que ocupan transitoriamente la Dirección del Partido.

La operación en el penal se consumó a la perfección, lográndose el pleno control interno. Pero la falta de fe y las debilidades de los que comandaban las fuerzas de apoyo exterior generó un serio problema. Al intentar el grupo de vanguardia dominar la última guardia externa, se produjo un breve intercambio de disparos que ocasionó, en la jefatara de operaciones externas, la decisión de retirarse con los vehículos para el traslado de los liberados ante la visión de que habría fracasado el intento interno. Consecuencia de tan nefasto error fue la tardía llegada del segundo contingente de liberados al aeropuerto de Trelew (donde estaba copado y retenido el avión regular de Austral), su obligada rendición y el ulterior asesinato por fuerzas de la Marina de 16 de los 19 revolucionarios allí encerrados.

Los seis dirigentes principales de las organizaciones participantes -ERP y FAR en la planificación e implementación y Montoneros solamente en la fuga de sus presos- lograron llegar en el avión secuestrado a Chile, donde obtuvieron asilo del gobierno la Unidad Popular de Allende para ser trasladados posteriormente a La Habana. Dichos dirigentes fueron nuestros compañeros Santucho, Domingo Mena y A. Gorriarán Merlo, además de Marcos Osatinsky y Roberto Quieto por FAR y Fernando Vaca Narvaja por Montoneros.

Casi inmediatamente, en noviembre de 1971, retornó al país, poniéndose al frente de la organización que pasaba por una situación crítica a causa de la notable reducción cuantitativa de sus integrantes (gran cantidad de militantes estaban en prisión) y por la debilidad política de la Dirección transitoria. Se impulsa a partir de entonces un proceso de incesante desarrollo y crecimiento de la organización. La situación era sumamente compleja: el abandono por el peronismo de su política nacionalista burguesa y las manifiestas divergencias de las propuestas de las fuerzas populares, no obstante la combativa resistencia de los trabajadores y distintos sectores del pueblo a la política de concentración, van creando las condiciones para el golpe fascista favorecido por la división de las fuerzas políticas y el repliegue de las masas, sin conducción, frente a la agresión del terrorismo de estado.



La instalación del gobierno constitucional de Cámpora inicia una compleja coyuntura en la política del País, en la que la agudeza que adquiere el enfrentamiento social y el acelerado desarrollo del PRT y del ERP imponen un ritmo absorvente a la actividad. La vida de Santucho se liga cada vez más indisolublemente a la lucha partidaria, resultando casi imposible remarcar hechos personales separados de la política del PRT, de sus análisis y de sus propuestas. Participa en todas y cada una de las decisiones fundamentales, correspondiéndole la fundamental cuota en los errores y en la trascendente presencia que manifiesta en la decisiva fase de la vida nacional que transcurre entre 1973 a 1976.

Constituye pareja con Liliana Delfino, integrante del CC de la organización y responsable de Propaganda Nacional, que lo acompaña hasta su muerte, circunstancia en la cual es secuestrada y desapareciera por las fuerzas militares que asaltaron su vivienda de Villa Martelli. De esa unión nació Mario Antonio.

El PRT caracteriza correctamente las posibilidades del gobierno de Perón desde el punto de vista de los intereses de clase que representaba y del objetivo de contener la lucha de masas, para lo cual se vería precisado a seguir el rumbo antipopular. La justeza de ese análisis y la activa presencia del Partido y del Ejército en la lucha de clases concita la confianza de las capas más politizadas -que comienzan a participar en su lucha- y el respeto del conjunto de las masas.

Al mismo tiempo, desarrolla esfuerzos para el acercamiento con otras organizaciones populares en procura de acuerdos unitarios que permitan coordinar actividades conjuntas. Los pasos en ese sentido resultan poco fructíferos, no solamente por las diferencias de propuestas políticas sino por los profundos desacuerdos en el análisis de la situación, lo que exacerba el tradicional sectarismo en la izquierda argentina.



Además de ello, la incomprensión de la etapa democrática la subsistencia le la visión en el PRT, determina la implementación de la táctica de grandes operaciones militares para fortalecer el enfrentamiento a los avances de la derecha fascista, después de la renuncia de Cámpora.

Las falencias de esa política comienzan a advertirse al poco tiempo y ello induce a Santucho a profundizar el análisis de las propuestas que permitieran la participación de las grandes masas -que comenzaban a desencantarse de las posibilidades del gobierno luego de la muerte de Perón- en el ya generalizado enfrentamiento de las clases. "Poder Burgués y Poder Revolucionario" constituye el producto de esa reflexión y es aprobado en el Comite Central "Antonio del Carmen Fernández" de septiembre de 1974.

Pero ya resulta irreversible la inercia del proceso, no solamente por las dificultades, sino también por la dinámica de cada una de las organizaciones, que limitaba las posibilidades de una modificación táctica. Sin embargo Santucho persistió en sus objetivos de unificación con las fuerzas afines, aún reduciendo la amplitud de las alianzas. Hasta sus últimos momentos, bregó incansablemente por concretar un acuerdo con Montoneros, Organización Comunista Poder Obrero (OCPO) y Partico Comunista Marxista Leninista (La Plata), con el proyecto de la Organización para la Líberación de Argentina (OLA).

En ese esfuerzo fue sorprendido por el ataque militar a su vivienda, donde en esa circunstancia se encontraba junto a Liliaria Delfino, Domingo Mena, su compañera Ana María Lancillotto de Mena y Benito Urteaga. Fiel a sus convicciones y manteniendo la conducta de toda su vida, no obstante la inferioridad numérica y de armamento, junto con Urteaga enfrentó el ataque militar. Domingo Mena, Liliana Delfino y Ana Maria Lancillotto fueron secuestrados.

Era el día 19 de julio de 1976.

Agustin Farabundo Marti


(1983-1932)

Nació en Teotepeque, La Libertad, Departamento de El Salvador, el 5 de mayo de 1893 y creció en las remotas montañas de la costa balsameras de ese lugar. Hijo de Pedro Marti y Socorro Rodriguez. Sexto hijo de un total de 14. 1,280 hectareas de tierras pertenecian a Pedro Marti. La familia vive en un ambiente agricola. Farabundo crece en medio de colonos y jornaleros.

A sus 20 años, como estudiante ya se identificaba con la clase trabajadora. Farabundo se bachillera en 1913 de un colegio salesiano, obteniendo el diploma de bachiller en ciencias y letras. Marti ingresa a la Universidad Nacional en la carrera de Jurisprudencia y Ciencias Sociales.

Comenzó a jugar un rol activo en la lucha contra el régimen de Meléndez-Quiñonez a temprana edad. Por organizar un acto en apoyo a la Asociacion de Estudiantes Unionistas, grupo guatemalteco que exigia el fin de la dictadura de Estrada Cabrera en ese pais vecino es encarcelado en Zacatecoluca. En 1920 la Asociación de Estudiantes Universitarios pide la libertad de Farabundo Marti, Ese mismo año Farabundo es deportado a Guatemala, al exilio por cinco años en donde continua sus estudios en la Universidad de San Carlos.
Durante meses desaparecía de las aulas, donde finalmente se le encontraba trabajando en una fabrica de cervezas, como peon en los ingenios de azucar o como albañil...de esta manera logro experimentar en carne propia la explotacion que sufria el pueblo...Marti aprende en este periodo gran parte de la lengua vernacula de las comunidades Quiche viviendo entre ellos...sigue su formación y se identifica con los oprimidos y se une a la lucha de los Indios del Quiche.

Marti es denunciado por los patronos alemanes de las fincas de café (Guatemala) Por su actividad revolucionaria en Guatemala debe partir para Mexico. En México se unió a los trabajadores mexicanos para luchar contra la opresión capitalista. Luego regresa a Guatemala.

En 1925, un grupo de estudiantes fundan en Guatemala el Partido Comunista Centroamericano, Marti ocupa el cargo de secretario del exterior. Este partido fue disuelto en 1927...Marti deportado a El Salvador, y de El Salvador a Nicaragua por ordenes del Presidente Alfonso Quiñonez...A los pocos dias regresa clandestinamente a El Salvador a seguir organizando a los trabajadores... Ya desde 1925 hasta 1928 Marti trabaja febrilmente junto a la Federacion Regional de Trabajadores de El Salvador...Farabundo conocido bajo el pseudonimo de "El Negro" se gana nombre en los circulos de intelectuales...
En 1928, Marti viaja a New York para tomar contacto con la direccion central de la Liga Antiimperialista de las Americas que le encarga situarse en Nicaragua como su representante ante Sandino... En El Salvador lo nombran responsable de una Brigada que luchara junto a Sandino.

Después de luchar en Nicaragua junto a Sandino, viajó a México donde se convirtió en el Lider Latinoamericano del Socorro Rojo Internacional.
En 1930 regresa a El Salvador y funda junto a otros compañeros el PCS, partido que rápido se pone a la cabeza de los trabajadores y del pueblo que ha sufrido régimenes sucesivos de opresión. Fue deportado nuevamente a fines del 1930 y fué montado prisionero en la embarcación Venezuela con rumbo a Florida, pero con la solidaridad de los trabajadores de aquel lugar, Farabundo se nego a desembarcar y fue traído nuevamente a El Salvador pero lo subieron en otro barco rumbo a Nicaragua.
Ningun de los gobiernos reaccionarios del área lo admitia en su país. En el Puerto de Corinto de Nicaragua se escapo de un bote y regreso de inmediato a El Salvador el 1 de febrero de 1931.

A esa altura la lucha se había incrementado en El Salvador con huelgas, protestas en todo el país contra la opresión y persecusión política, el desempleo, el hambre y la pobreza. La persecusión, el arresto y la deportación era algo común.

Farabundo y otros lideres del PCS fueron arrestados en la insurrección general del 22 de enero de 1932. El 1 de febrero fué ejecutado por un escuadron del ejercito asesino y represivo.

Pero Farabundo no murió ese día, hoy vive y será siempre la inspiración y guia de los revolucionarios que buscan la transformación total de El Salvador.

Augusto César Sandino


Augusto César Sandino nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, departamento de Masaya. Como hijo de una familia de pequeños propietarios rurales de la región montañosa de Las Segovias, trabajó desde niño con su madre recolectando café en las plantaciones del Pacífico nicaragüense.

En Octubre de 1909 una insurrección apoyada por Estados Unidos provoca la renuncia del presidente José Santos Zelaya. Asume al cargo José Madriz, pero en febrero de1910, tropas norteamericanas desembarcaron en Corito y provocan también su renuncia. Luego de múltiples maniobras tomó el poder Adolfo Díaz, pero su mal gobierno provocó el estallido de una sublevación en julio de 1912.

Tropas norteamericanas son las que enfrentó Benjamín Zelodón ante la inminente invasión, muriendo en batalla el 4 de octubre. A sus 17 Años Sandino queda muy impresionado con la imagen del patriota. En 1916 trabaja como ayudante de mecánica cerca de la frontera con Costa Rica. Viaja a Honduras en 1920 y a Guatemala en 1923, donde trabaja en las plantaciones de la United Fruit. Marchó a México, donde trabajó para empresas petroleras en Tampico y Cerro Azul; así como en varias minas.

Estados Unidos retiró sus tropas de Nicaragua en agosto de 1925; la ocupación había durado 13 años. Un golpe militar del general Emiliano Chamorro en octubre inició un cambio de gobierno para Nicaragua, al que vendrían otros más.

Sandino regresó a su país en el año de 1926, con la firme intención de luchar al lado de las tropas liberales, que se encontraban bajo el mando del vicepresidente Juan Bautista Sacasa. La lucha inició cuando los conservadores rompieron con el Tratado Bryan-Chamorro, el cual se había firmado en 1916 autorizando al país norteamericano a construir un canal interoceánico útil en caso de que ocurriera algún impedimento para el uso del Canal de Panamá. El Tratado también ofrecía el establecimiento de bases navales militares en el Golfo de Fonseca y en las Islas Gorn.

El Acuerdo de Tipitapa (1927), acuerdo de paz que permitió la perpetua presencia de las tropas americanas en Nicaragua, aumentó con el sentido liberalista que ya existía en el país; así, Sandino se refugió en las montañas del norte, comandando a un pequeño grupo de hombres, quienes por cinco años aproximadamente se enfrentaron a las tropas americanas y a la Guardia Nacional Nicaragüense.

La resistencia que ofreció Sandino generó un fuerte sentimiento anti-intervencionista y nacionalista que llegó hasta los países de América Central; el entonces presidente Sacasa garantizó y respetó la vida de los guerrilleros y revolucionarios, al deponer las armas en acuerdo de paz interna.

Sin embargo, Anastasio Somoza, entonces jefe de la Guardia Nacional ordenó su detención, ejecutada cuando salía de una reunión en el Palacio Presidencial de Managua; junto con 300 de sus compañeros fue fusilado en Managua el 23 de febrero de 1934. Pero sus ideas liberales no se olvidan, dado que inspiraron a los integrantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional para derrumbar la dictadura de la familia Somoza en el año de 1979.

Sandino siempre es actualidad: fue asesinado por órdenes expresas de Anastasio Somoza, pero el crimen encendió la ira del pueblo. Años después, con el FSLN a la cabeza, expulsarían de Nicaragua, en 1979, al último hijo del fundador de la tiranía. Al cumplirse el 65 aniversario del cobarde asesinato, la historia de su muerte y la dimensión de su ejemplo deben ser conocidas por las nuevas generaciones nicaragüenses, porque nadie podrá ocultar mucho menos callar, que él combatió y murió por los humildes de su país y la libertad de Nicaragua. Y como muy bien lo sugiere el autor de El señor Presidente: "...es la hora de !Tomad la bandera de Sandino¡. Haced de cada libro, de cada periódico, de cada papel escrito, de cada radio, de cada canal de televisión, de cada pantalla cinematográfica, una voz que clame contra el silencio que se nos quiere imponer".